Uno de los más grandes problemas del mundo de
hoy es el de las fuentes de energía.
Los gobiernos, los científicos y numerosas
entidades,
estudian este tema con preocupación y mucho interés.
El mismo
problema ocurre en el campo espiritual, hay un problema de energía.
Algunos
piensan que el principal problema en la Iglesia es saber qué hacer;
pero en
realidad la mayoría sabemos lo que hay que hacer,
el problema es tener fuerzas
(energía) para hacerlo.
¿Qué energía, qué fuerza?
"Recibiréis fuerza del Espíritu Santo y seréis mis testigos" (Jesús)